La Cumbre Indígena discutió propuestas
Exhortan a la creación de un Tribunal Internacional Indígena
de Opinión
“Exigir el inmediato levantamiento de bases y batallones militares en
los territorios de los pueblos indígenas, así como de cualquier
forma de intervención militar”, es uno de los planteamientos hechos
por la mesa de trabajo que analizó el tema Militarización y Paramilitarización.
Por Jairo Rolong, Ecuarunari, Minga Informativa
Quito, julio 24/04
En el cuarto día de la Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades
Indígenas de Abya Yala, que se desarrolla en Quito, como preámbulo
del Foro Social Americas, se hizo una gran plenaria en la que pusieron en común
las reflexiones y propuestas, que hicieron las mesas de trabajo sobre los diez
temas centrales.
Una de las mesas discutió el tema “Militarización y Paramilitarización”,
la misma que fue coordinada por Luis Eveliyn, Presidente de la Organización
Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
En el análisis del grupo se dijo que “la creciente militarización
y paramilitarización, en contra de los pueblos y territorios indígenas,
es parte de las estrategias de control promovidas por los Estados Unidos de
Norte América, para imponer sus políticas económicas y
someter a Latinoamérica a sus intereses de dominación”.
Y junto a esto se señaló que “la militarización
y paramilitarización es impulsada y funcional al Tratado de Libre Comercio
(TLC), al Area de Libre Comercio para América (ALCA), el Plan Puebla
Panamá (PPP) y demás iniciativas imperialistas, para asegurar
el mercado regional a su favor”.
Asimismo, catalogaron a la militarización como “un proceso de
recolonización de Latino América por parte de los Estados Unidos,
hecho que se evidencia principalmente con la instalación de sus bases
militares estratégicas: Manta en el Ecuador, Leticia en Colombia, Iquitos
en Perú, Guantánamo en Cuba, Soto en Honduras, Tierra de Fuego
en Argentina, Alcántara en Brasil entre otras”.
Como propuestas de resolución esta mesa de trabajo planteó “condenar
a los Estados Unidos de Norte América, y al Presidente Bush, por su
política de militarización emprendida contra los pueblos de América
Latina y contra los pueblos indígenas y movimientos sociales”.
Igualmente, sugirieron condenar a los gobiernos de la región, a los
que califican de “ser entreguistas a la voluntad de los Estados Unidos
y que terminan convirtiéndose en instrumentos de represión, genocidio
y etnocidio, contra los pueblos indios y el conjunto del movimiento social
y popular”.
Otra propuesta de resolución que esta mesa puso en consideración
del plenario dice textualmente: “La Segunda Cumbre Continental, exhorta
a la creación de un Tribunal Internacional Indígena de Opinión
(TIIO), para juzgar a aquellos gobiernos y frentes militares que han atentado
contra nuestros pueblos”, el mismo que tendría “carácter
y legitimidad de interlocutor con las demás organizaciones de derechos
humanos”, y serviría para “instaurar demandas ante la Corte
Penal Internacional (CPI), para que se proceda al enjuiciamiento de aquellos
que han atentado contra los derechos ancestrales y humanos de los pueblos Indígenas”.
Al TIIO también se le encargaría la tarea de “exigir el
inmediato levantamiento de bases y batallones militares en los territorios
de los pueblos indígenas, así como de cualquier forma de intervención
militar, sea esta a través de asesores, instructores militares suministro
de armas y equipos militares”.
Sobre estas propuestas hechas por esta comisión y las demás
elaboradas por el resto de las mesas de trabajo hubo un largo debate, en el
que se descartaban o acogían las ideas presentadas, llegándose
a definir resoluciones por consenso, que pasaron a ser insumos para las Resoluciones
finales del evento, a ser presentadas en la clausura de la Cumbre Indígena
este domingo 25 de julio. |